EL JUEGO SE CONTONEA EN EL JARDÍN PROHIBIDO

donde la carcajada todavía florece.
El juego ha abandonado las obligaciones, incluyendo la más triste e insensible: la obligación de jugar. Su intuición anuncia que el “tiempo libre” es, realmente, el “tiempo esclavo” mirándose al espejo; y que el “permiso para divertirse” no puede esconder la cola, porque se delata afirmando por razón lógica que todo lo demás es puro aburrimiento. Y qué aburrido y triste es que todas las mañanas tengamos que renunciar a las dulces fantasías en las que nos envuelven los sueños, solo por que la dictadura del reloj así lo dictamine.

El tránsito cotidiano de la sociedad industrial fabrica máquinas y elimina personas. O convierte a las personas en máquinas. Sus empleos secuestran padres, les impiden a los niños tener contacto directo con ellos durante la mayor parte de los días, y devuelven dinero. Convierten el amor en una cifra económica. Hoy por hoy, todos conocen mejor la programación de la TV que a los seres con los que conviven y poco se sabe sobre la existencia de juegos que no luzcan atractivos para la intervención mediática de inexpresivas pantallas y el autómata teclear de códigos absurdos.

Pero, si el trabajo y las obligaciones establecen condiciones para fundar un imperio basado en el aburrimiento, el Juego es la renuncia a este insípido proyecto y se dispone a salpicar retazos de vida sobre las extenuadas pieles de cómplices que pretendan abandonar este cementerio social, para colorear el mundo entero con sonrisas y carcajadas.

Saltar encima de los relojes y su control, romper las abstracciones estandarizadoras, es el jocoso inicio para convertir la vida en un juego de nunca acabar. Un juego que sea reflejo multicolor de los deseos y voluntades de cada ser. Que no clausure posibilidades de experiencia y creación, sino que sea un flujo intermitente de creatividad, diversión, travesuras y amor.

1 comentario:

  1. Interesante tu post. Me suscribo a tu blog. Gracias por las buenas ideas.

    Pd: te invito a mi página:

    http://www.rodolfoybarra.blogspot.com

    ResponderEliminar